Durante los últimos cincuenta años ETA ha dejado su impronta de terror en la sociedad navarra: ha matado a 42 personas, ha secuestrado, ha causado cientos de atentados, ha extorsionado, ha hipotecado la vida política, ha sembrado el miedo y, en definitiva, ha hecho peor a la sociedad que, por medio de las armas, decía defender. Después de que la banda terrorista anunciara el cese definitivo de la violencia, y pese a que no se ha disuelto, comienza el momento de contar lo ocurrido en el último medio siglo. Porque cerrar esta etapa ominosa implica levantar
acta del terror. Porque, aunque no hay vuelta atrás para los asesinatos, la Historia nos hará mejores si se escribe con honradez. Con esta aspiración nace Relatos de plomo, una obra de dos tomos que recoge de forma exhaustiva la historia del terrorismo en la Comunidad Foral. Para ello, incluye crónicas de todos los atentados de envergadura, tanto mortales como no mortales, y entrevistas a familiares de las víctimas y heridos graves, siendo para muchos la primera vez que dan su testimonio.
El primer tomo, que se publica en diciembre, contiene el relato de los hechos ocurridos desde 1960 hasta 1986. El segundo tomo verá la luz en 2014. La obra se dirige a los interesados en saber qué ocurrió y a quienes, a la vuelta de los años, quieran asomarse a estos tortuosos años para averiguar cómo era aquella Navarra que vio correr tanta sangre en los últimos años del siglo XX y en los primeros del XXI.
Una trampa en el maletero
Gobierno de Navarra